Ya están en la gran final masculina del Estrella Damm Open 2020. La pareja 2 del ranking se cobró la revancha de Marbella en semifinales ante Sanyo y Stupa con una exhibición de vértigo. Ahora, Alejandro Galán y Juan Lebrón buscan la venganza ante sus ex para sumar su primer título juntos.
Exhibición de vértigo de Galán y Lebrón
Son dos velocistas de atrevimiento infinito y pegada descomunal. Y, sobre una superficie como la que se ha configurado en el Madrid Arena, Alejandro Galán y Juan Lebrón multiplican aún más sus prestaciones. En realidad, se transforman en dos voraces depredadores que se despliegan sin pausa mientras devoran espacios. Son indetectables. Se teletransportan sobre la moqueta y no dan respiro alguno a sus contrarios. Ni siquiera a ellos mismos.
Lo comprobaron enseguida Sanyo Gutiérrez y Franco Stupaczuk en la segunda semifinal masculina de este Open de Madrid. La dupla de Carlos Pozzoni constató desde el inicio que este encuentro no tenía similitud alguna con el dramático duelo que ambas parejas disputaron en las semifinales del Master de Marbella.
Entonces, los argentinos estuvieron a un suspiro de llevarse el triunfo en el tie break del tercer set. En Madrid, la gloria les quedó demasiado lejos.
Un parcial de 3-0 a favor de los españoles inauguró el enfrentamiento. Galán y Lebrón negaron la vía aérea a sus contrarios al exhibir una pegada infalible desde cualquier fragmento de moqueta. Pero tampoco les dejaron margen para jugar por abajo. Encaramados a la cinta, apretaron cada volea como si fuese la última; y desde el fondo, apenas contemporizaron. Achicaron espacios con un arrojo temerario y una velocidad endiablada. Provocaban el cuerpo a cuerpo hasta que se imponían.
No llegó a los 40 minutos un primer set que se consumió entre el vértigo de El Lobo y su compañero y los errores de sus rivales (6-3). No encontraba forma Sanyo de templar el juego. A Stupa, con piernas para la carrera, no le alcanzaba el acierto. Muy irregular el chaqueño pero tiene coartada. El tornado que le azotaba desde el otro lado de la cinta no le ayudaba a serenarse.
Porque Galán y Lebrón asfixiaban a sus rivales. El madrileño era impenetrable y el andaluz, indescifrable. Sanyo y Stupa solo podían tratar de someterles por bajo y la única vía que les quedaba era el cara a cara, una lotería suicida a la velocidad que les llegaba el juego. Evidentemente, no pudieron imponerse.
La intensidad de la dupla número 2 les despejó el camino en el segundo set a partir del quinto juego. El puntano y el de Chaco trataron de sostenerse, generaron incluso alguna opción inquietante desde el resto pero acabaron perdiendo el partido (6-4).
Lebron y Galán ya están en la final. La segunda que disputarán juntos. La primera la perdieron en Marbella antes de que el mundo cambiara. En la segunda encontrarán a los mismos rivales. ¿Cuál será la nueva normalidad sobre la moqueta azul?