¡No se puede! ¡Un cuerpo nuevo! Una súplica imposible, un lamento sintomático de Miguel Martín que aproxima el diagnóstico del mal que les condena. Sus adversarios van y vienen, achican la pista, aprietan cada bola. Un ritmo infernal inaccesible para el propio Martín y José Benavides.
Ambos, en cambio, con grilletes en las piernas y tinieblas en la mente, no encuentran asidero alguno para sostenerse en la final masculina absoluta del Open Benéfico Uniagro 2015 del club Matagrande de Antequera, un ABS 3000 de la Federación Andaluza de Padel que culmina con este enfrentamiento granadino.
La elevadísima temperatura, asfixiante durante toda la jornada, es un lastre más en las piernas de Martín y Benavides que llegan literalmente fundidos a este último encuentro tras simultanear dos competiciones, esta en Antequera y una en Vélez Málaga (que acaban conquistando). Un maratón de 9 partidos en dos días de extremo calor. Una ambición que acaba haciendo añicos su resistencia. Un pecado capital ante los reyes del padel andaluz, Javi Ruiz y Peli Espejo, dos titanes que vuelan sobre la pista.
Los favoritos no ceden ni un set para alcanzar el último escollo. Enrique Sicilia y Tomás Mellado (6-1 y 6-1), Nico Moral y Santi Moreno (6-3 y 7-6), Agustín Romero y José Luis Gutiérrez Guti (6-4 y 6-4) y Sergio Beracierto y Alberto Franco (6-4 y 6-2) no consiguen frenar a los emperadores granadinos.
Por el otro lado del cuadro, Benavides y Martín, segundos cabezas de serie, se ven obligados a remontar en dos ocasiones para evitar quedar fuera de la prueba. Adri Reguera y Javi García Copas (6-2 y 6-2), Rafa Romero y Daniel Rodríguez (4-6, 6-2 y 6-3), Daniel Sánchez y Pablo Díaz (6-2 y 6-4), y Héctor Perona y Eloy Guerrero (4-6, 6-2 y 6-2) acaban cediendo el paso a la dupla granadina.
Así, recién llegados de imponerse en la otra competición, Benavides y Miguel Martín afrontan ese duelo entre paisanos con la esperanza de acortar el camino, de encontrar atajos que les ahorren esfuerzos.
Su inicio es amenazador. Al saque de Javi Ruiz, buscan tomar ventaja. El lojeño de Steel Custom, espléndido, abre ángulos a cada lado y finaliza con su imponente remate para provocar una tempranera opción de break. El vertiginoso dictado de Espejo y Ruiz desde la red, su fenomenal consistencia, acaba disolviendo la amenaza cuando Benavides, muy exigido, falla un paralelo imposible (1-0).
Advertidos desde el inicio, emerge un Peli portentoso para desequilibrar el duelo. En el segundo, tras una monumental bajada de pared en paralelo de Espejo, Javi impone su remate y fractura la resistencia de sus oponentes (2-0).
Con el servicio propio consolidan un break (3-0) que abre distancia y pulveriza la hoja de ruta de Benavides y Martín. A esas alturas, el pelirrojo de Black Crown ha dictado ya un magisterio sobre la moqueta azul de la central de Matagrande. El granadino radiografía el encuentro con la cabeza y lo traza con la mano.
Además, en apenas tres juegos, ha regalado acciones brillantes. Ha exhibido ya varios remates ganadores por tres metros, ha torturado con alguna hipnótica dejada. Ha frenado a sus rivales ganando desde fuera de pista el remate de su rival, o devolviendo dos consecutivos con la espalda en el cristal de fondo. Toda una exhibición que acompaña el siempre fiable Javi Ruiz, un jugadorazo que no baja del notable, un titán de mano firme y piernas galopantes, un gladiador férreo, de juego granítico y mazo intimidante.
Asfixiados al fondo, el mago Benavides y el guerrero Martín prueban otra ruta en su pretensión de no despeñarse. En el séptimo, desde el resto, acortan la pista y buscan más el cara a cara en la red. La ofensiva de Benavides, el otro genial jugador de Ekys Padel, desajusta por el medio a sus rivales y abre una oportunidad de rotura en el saque de Espejo.
Pero el empuje de los números uno resulta incontenible. Más aún en las mermadas condiciones con que Benavides y Miguel Martín afrontan el desafío. Es el Himalaya tras un triatlón. Desde la red, Espejo y Ruiz vuelven a abortar el peligro y conservan el saque (5-2).
Pese a los esfuerzos de Bena y Miguel, ahí concluye su recorrido en el encuentro. Un fabuloso remate de Javi cayendo hacia atrás abre la puerta de un break que confirma un magistral paralelo de revés de Peli. Esta rotura en el octavo, al saque de Benavides, clausura el set (6-2) y convierte el resto en una insoportable agonía para éste y el de Loja.
Queda claro en la reanudación. Con Benavides y Miguel anclados en la pista, soñando con golpes imposibles en mitad de un fusilamiento inmisericorde.
No hay espacio para la magia de Bena, ni para el mortero del de Steel Custom. Con Espejo y Ruiz lanzados a por el encuentro, el quiebre en el segundo confirma que ya no hay final (2-0).
¡No se puede! ¡Un cuerpo nuevo! Se lamenta, se castiga a sí mismo Miguel Martín, consciente del fatal error que han cometido.
No hay opción de dar respuesta, ni siquiera mínima, a sus contrarios. Sin resistencia en la pista, con 4-1 en contra, el enésimo remate de Javi Ruiz descubre la realidad. Benavides, aturdido, exhausto, baja los brazos y anuncia una retirada antes de tiempo que venía sopesando desde hace rato.
Los aplausos al público casi suenan a disculpa. Ruiz y Espejo cumplen con su condición (6-2, 4-1 y retirada). Ya lo consiguieron en 2013 sin ser los favoritos. Ahora, con la vitola de cabezas de serie números uno, vuelven a coronarse en Antequera.
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