Cómo comunicarte con tu compañero de padel. Puede resultar un asunto menor, un aspecto trivial en comparación con otros factores como la táctica o la técnica. Pero sin ello, la victoria no sería posible de ninguna manera.
Sobre la comunicación en el padel, hay algo escrito en internet. En varias webs se ofrecen algunos consejos para esos instantes en los que hablar de táctica. Cómo comentar los errores técnicos. Cómo afrontar el análisis post-partido. O la preparación antes del encuentro.
Puedes encontrarlo en la red. No vamos a reproducirlos aquí. El propósito de este post es focalizar el interés no en el qué sino en cómo abordar la comunicación con tu pareja de padel en los momentos críticos de un partido. En especial, proponemos una reflexión y algunas ideas sobre cómo abrir ese cauce directo con tu compañero o compañera cuando es necesario.
[Tweet «Claves para comunicarte mejor con tu compañero de #padel.»]
La comunicación: la sangre de toda relación
El ser humano es un ser relacional, una especie que aprende, crece intelectualmente y emocionalmente a través de un complejo entramado de relaciones. Y la sangre que da vida a todo ello es la comunicación.
Se trata, por tanto, de una herramienta capital que implica necesariamente una relación o unión entre dos partes, una suerte de vínculo entre dos elementos que se materializa en un proceso condicionado por una cierta carga de subjetividad.
En el padel, un espacio más de las relaciones humanas, también sucede así. Sensaciones y percepciones, motivaciones y deseos, emociones y sentimientos, pensamientos e ideas, opiniones y creencias, actitudes y valores. Todo ello influye en el flujo comunicacional que se produce durante la práctica de este deporte.
Condicionantes para la comunicación en el padel
Las características de este deporte, la propia dinámica del juego establecen una serie de condicionantes para la comunicación con el o la compañera de padel:
· Muchos instantes pero breves: en un partido de padel, hay multitud de momentos para poder comunicarte con tu compañero pero, a diferencia de otros deportes, son todos de una duración muy breve.
· Cruce de emociones: el desarrollo del juego (favorable o desfavorable) o la interrelación con los rivales y con el propio compañero (sus gestos, sus miradas, sus celebraciones,…) son capaces de despertar emociones en uno mismo que influyen de manera decisiva a la hora de comunicarte con tu compañero de padel.
· El esfuerzo físico: en muchas ocasiones, el propio desgaste del juego dificulta no sólo expresar un mensaje con cierta claridad sino, incluso, confeccionarlo.
· Distracciones del entorno: todo lo que rodea al padel puede constituir a veces un enorme foco de atracción que distorsione o directamente impida la comunicación con tu compañero o compañera.
Además de estos factores propios del padel, hay otros elementos generales que pueden interferir en dicha comunicación.
· Precedentes: la relación con tu compañero o compañera, incluso con la anterior, puede condicionar el flujo comunicativo con tu actual pareja en la pista al provocarte reacciones preestablecidas. Hay que tener en cuenta que ello, en ocasiones, puede resultar útil, pero también que cada persona es diferente y, por tanto, no responde a los mismos estímulos ni de la misma forma.
· Situaciones externas: Canta el grupo asturiano Los Guajes aquello de:
La vida es como un carrusel,
girando siempre sin parar,
a veces todo sale bien,
en cambio otras regular.
Así es. Y todo lo que nos ocurre en la vida, nos afecta de algún modo en cualquier circunstancia y lugar. Nos da fuerzas o nos mina. Estas subidas y bajadas dejan su huella, por supuesto, en la manera de afrontar un encuentro y en el modo de relacionarte con tu partner sobre la moqueta.
Cómo comunicarte con tu compañero de padel
Teniendo en cuenta todo esto, aquí tienes algunos consejos que pueden resultarte útiles para mejorar la comunicación con tu compañero de padel. Sirve para cualquier momento pero, sobre todo, para esos instantes críticos en los que necesitas inmediatez, precisión y mucha comprensión.
Qué le vas a decir te corresponde decidirlo a ti en función del momento y de las circunstancias. Lo que te sugerimos es cómo hacerlo a través de algunas claves:
Pensamiento clave
La única persona que puede ayudarme a sacar adelante este partido la tengo justo a mi lado.
Esta es la idea central que debe impulsar la comunicación con tu compañero de padel. El elemento fuerza que debe imponerse a cualquier otro pensamiento circunstancial (un bajón físico, un desencuentro, una discrepancia,…), el motor que ha de llevarte a hacer todo lo posible por conectar con tu pareja. Este partido depende absolutamente de mi compañero/a.
Siempre estás comunicando
Ten en cuenta siempre que NO es posible no comunicar. Todo acto, todo gesto, todo sonido; también la ausencia de ello, es susceptible de ser interpretado por tu compañero. Así que, dado que no puedes evitar comunicar, más te vale preocuparte tanto de lo que dices y haces como de lo que no. Por cierto, recuerda que la comunicación que emites involuntariamente la percibe tu compañero pero también tus rivales.
Escucha activa
La comunicación no es posible sin la escucha. Pero ¿realmente sabes escuchar? Un principio fundamental de la escucha activa es la empatía. Desde tu atalaya es mucho más difícil comprender el discurso (verbal y no verbal) del otro. Presta atención a lo que dice tu compañero y a cómo te lo dice. Haz el esfuerzo de ponerte en su lugar. Así sabrás qué mensaje conviene ofrecerle y cómo hacérselo llegar.
Tras cada punto, vuelve siempre hacia tu compañero o compañera. No dejes de hacerlo en ningún momento, provoca una comunicación constante y cercana.
Conócele y conócete
También es importante que tengas bien presente cómo eres tú mismo y cómo es tu compañero. Cada uno tenéis vuestra propia personalidad. Afrontáis de manera bien distinta esos momentos de tensión. De la misma manera que afectan a tu compañero, también inciden en ti. Por eso, ser consciente de ello te ayudará a prepararte para manejar mejor esos instantes.
Lenguaje directo y simple
Los momentos fugaces en que puedes comunicarte con tu compañero de padel condicionan sobremanera tu discurso. No tienes tiempo de grandes argumentaciones. Tampoco es recomendable si no quieres acabar con la concentración de tu partner. Por tanto, utiliza un lenguaje sencillo, directo. Composiciones sintácticas simples, fácilmente comprensibles.
[Tweet «Usa lenguaje sencillo, directo con tu compañero. No hay espacio para grandes discursos. #padel»]
El ‘Nosotros’, antes que el ‘Tú’
Procura que el mensaje señale siempre a la pareja, que la comunicación os incorpore a ambos como dúo. Es importante reforzar la idea de trabajo en equipo, de un reparto de responsabilidades que apunta en la misma dirección. Mejor centrarse en los objetivos compartidos que en los errores individuales. Construir la táctica entre ambos es una excelente forma de implicar y conectar.
Aprovecha el lenguaje no verbal
Hay un proverbio árabe que dice:
Quien no es capaz de comprender una mirada, difícilmente alcance a comprender toda una larga explicación.
En el padel, la premura de tiempo, la necesidad de conectar de inmediato nos obliga a aprovechar al máximo todos los recursos comunicativos que tenemos.
En este sentido, conviene recordar que, según sostienen autores como Albert Mehrabian (tras realizar algunos estudios), en determinados contextos, más de un 90 por ciento de la comunicación se produce través de gestos y del tono, timbre y volumen de la voz, mientras que sólo un 7% restante se transmite a través de las palabras.
Lo cierto es que elementos como la mirada, la sonrisa y la gesticulación con las manos, la posición del cuerpo, pueden ayudarnos a conectar con más facilidad con nuestro compañero que si sólo empleamos la voz. Préstales atención. Trabaja con ellos.
Comunica a corazón abierto
En un partido de padel, hay momentos en los que necesitas que tu compañero entienda tu mensaje. Otras veces, en cambio, necesitas no sólo que lo comprenda sino que lo sienta. Procura buscar la mirada de tu compañero cada vez que te dirijas a él o a ella, y que ésta sea recíproca. Esto, sobre todo en los momentos cruciales, es indispensable.
Podemos leer el rostro de otra persona sin mirarla a los ojos, pero cuando los ojos se encuentran no sólamente sabremos cómo se siente el otro sino que él sabe que nosotros conocemos su estado de ánimo. Esa conexión abre un canal muy valioso para vuestra comunicación.
Y no sólo utilices la mirada para conectar con la otra persona. Trata de que tu cuerpo se sitúe frente a frente, busca una orientación frontal, provoca una actitud de corazón a corazón en la que podáis reforzar ese canal para generar una comunicación directa, inmediata, sin barreras.
[Tweet «En un partido de #padel, trata de comunicarte con tu compañero mirándole a los ojos.»]
El valor de la sonrisa
Una sonrisa sincera es una poderosa herramienta capaz de provocar cambios de actitud no sólo en quien la recibe, sino también en quien la emite. En momentos en los que tu compañero no tiene ánimo o fuerzas para una sonrisa, regálale la tuya. Te la estás regalando a ti también. Ya lo decían en aquel genial texto publicitario de unos grandes almacenes de Nueva York a principios del siglo pasado:
La sonrisa es un signo de amistad.
No cuesta nada, pero crea mucho.
Enriquece a quienes reciben, sin empobrecer a quienes dan.
Ocurre en un abrir y cerrar de ojos, y su recuerdo dura a veces para siempre.
Nadie es tan rico que pueda pasarse sin ella, y nadie tan pobre que no pueda enriquecer por sus beneficios.
Crea la felicidad en el hogar, alimenta la buena voluntad en los negocios y es la contraseña de los amigos.
Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, un rayo de sol para los tristes, y el mejor antídoto contra las preocupaciones.
Pero no puede ser comprada, perdida, prestada o robada, porque es algo que no rinde beneficio a nadie a menos que sea brindada espontáneamente y gratuitamente.
Y si durante las aglomeraciones y prisas de último momento de las compras de Navidad alguno de nuestros vendedores está demasiado cansado para darle una sonrisa, ¿Podemos pedirle que nos deje usted una sonrisa suya?
Porque nadie necesita tanto una sonrisa como aquel a quien no le queda ninguna que dar.
Atrévete, incluso, con el humor en esos momentos. De esta forma, en la dosis justa, puedes descargar la tensión, ayudar a reposicionar el desafío al que os enfrentáis, relativizar la percepción de vuestra situación y aliviar un posible exceso de presión.
[Tweet «Una sonrisa puede provocar cambios de actitud en quien la recibe y en quien la emite. #padel»]
El contacto
No funciona en todas las circunstancias ni con todas las personas. No a todo el mundo le gusta que le invadan su espacio propio. Sin embargo, en ocasiones, funciona ir más allá del habitual choque de manos. Un reconocimiento expreso, notorio, público del acierto de tu compañero o una broma oportuna. Ya sea una palmada en la espalda, un abrazo, un gesto de complicidad que refuerce un discurso de promixidad, de empatía, puede ser un poderoso revitalizador en situaciones complicadas para tu compañero o compañera.
[Tweet «Un abrazo o una palmada puede ser un poderoso revitalizador en el #padel.»]
Un magnífico ejemplo de todo ello lo ofreció Fernando Belasteguin en la final del Estrella Damm San Fernando Open 2015, el primer título que consiguió este año junto a Willy Lahoz. El comportamiento del número uno hacia su compañero de circunstancias (Pablo Lima se lesionó una semana antes) liberó a Lahoz de cualquier presión e incluso elevó su juego en la pista.
La final masculina del WPT de San Fernando empieza a partir de las 3º56′ en este video de World Padel Tour.
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