Un mes después que en 2011 y con la mitad de las pruebas. Así comenzará el Circuito Pádel Pro Tour para las jugadoras profesionales, un inicio que dibuja un desalentador panorama para un pádel femenino que ya sobrevivía de espaldas al de los hombres, y que ahora, la situación económica actual ha agravado hasta extremos insoportables.
En 2011, las jugadoras disputaron 10 pruebas Pro Tour más el Master (justo el doble tuvieron los hombres); comenzando por el I Internacional Ciudad de Tarragona el 9 de mayo. A ese le siguieron los internacionales de Marsh-Mercer, (Madrid), de Cataluña, el Ciudad de Valladolid, el de Castellón Mediterráneo, los de Reserva del Higuerón (Trofeo Ciudad de Fuengirola), el Ciudad de Gijón, el Ciudad de Palma, el Ciudad de Madrid, el de Euskadi (Copa Julio Alegría) y, finalmente, el VI Master Pádel Pro Tour (también en Madrid).
Esta temporada la mitad de estas pruebas ha eliminado el cuadro de competición femenina (los hombres jugarán cinco torneos Pro Tour menos que en 2012, sin contabilizar los dos no puntuables de Argentina), lo que ha dejado el ya exiguo Circuito PPT para mujeres en un calendario minimalista de apenas cinco pruebas (Cataluña, Valladolid, Gijón, Madrid y Bilbao) más el Máster final. El tijeretazo supone, además, que el comienzo de la competición puntuable no se produzca hasta el 4 de junio en el Real Club Polo de Barcelona (mientras que los hombres apuran los días de pretemporada para comenzar el VII Internacional de Pádel Mercer Trofeo Volkswagen Beetle, prueba que sí tuvo cuadro femenino en 2011).
«Es muy difícil para nosotras mantener esa motivación jugando un torneo al mes y, a veces, ni eso». Quien se lamenta así es Alejandra Salazar, que junto a Valeria Pavón forma la pareja número 3 del ranking Pro Tour. «Se hace muy difícil entrenar y mantener la competitividad, luego llegas a un torneo y desde primera ronda te encuentras partidos durísimos», insiste la jugadora madrileña quien este año, precisamente por esta circunstancia, refuerza su preparación psicológica «para aguantar día a día la carga de entrenamiento que tenemos».
Los efectos de la crisis
«Ya había pocos, y si ahora, además le sumas la crisis pues, este año, los torneos que van muy justos de presupuesto eligen el cuadro de chicos». La explicación a este monumental recorte de pruebas femeninas puede estar en la situación económica, pero no sólo ahí. «Al ser un circuito privado (Pádel Pro Tour), pueden hacer lo que quieran»–explica Salazar–»intentamos a través de la asociación (la Wippa, Asociación Internacional de Jugadoras Profesionales) luchar por esto, pero al final ellos (el PPT) son los que manejan y si salen seis pruebas, encima les damos las gracias de que salgan seis pruebas».
La resignación, sin embargo, no aplaca la incomprensión sobre el ostracismo del pádel femenino. «Nosotras somos las primeras que pensamos en la situación del pádel femenino»–reconoce la número cinco del circuito–»a mí me cuesta lo mismo entrenar que a un hombre, si voy a un hotel no me hacen descuento por ser mujer; todos mis gastos de entrenamiento y lo que hago a diario, mi preparación psicológica y física, no son diferentes a las de ellos». En cambio, en los torneos sí se dan esas diferencias. No sólo con menor número de pruebas al año, sino también, con menos rondas de juego y premios tres veces inferiores a los del cuadro masculino. «Al ser privado, no se les exige igualdad entre premios ni en el número de pruebas para nosotras», argumenta la jugadora madrileña, que en diciembre cumplirá 27 años.
Pese a esto, la reducida temporada Pro Tour femenina se presenta apasionante, con los efectos del baile de parejas dejándose notar desde el comienzo (de las 11 primeras parejas del ranking, sólo cinco se mantienen como el pasado año). «Veo interesante el circuito por los cambios que ha habido de parejas», apunta Salazar para quien «puede ser un bonito año de incertidumbre, con parejas nuevas, partidos diferentes, y estrategias distintas».
Y es que, la competencia va en aumento cada año, y eso se nota. «Esos partidos que teníamos antes tan mecánicos, ahora tenemos que darle más la vuelta, por lo que es un punto más de motivación para todas», asegura Ale Salazar que ultima su preparación para el Campeonato de España Absoluto de Pádel que tendrá lugar en Córdoba. «Jugaré con Carolina Navarro y lo haré en la derecha», avanza la jugadora que estos días alterna sus entrenamientos habituales en la izquierda con Valeria Pavón con sesiones vespertinas «para coger un poco de ritmo en el otro lado».